Escrito para: xenen.com.ar
En los sarmientistas textos de la escuela primaria, hay una frase que fue leída por generaciones de argentinos y repetida como un leiv motiv: “esta tierra es un crisol de razas”. Para nuestros libros, en la amplia patria convivimos y nos mezclamos hijos de todas partes de la tierra.
Pero ésta Argentina no es un libro sarmientista. O peor, es el fiel reflejo del peor Sarmiento. Tenemos como prócer nacional a quién recomendaba “no tratar de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes".
Civilización o Barbarie.
140 años de civilización sarmientista, conservadurismo social y una buena dosis de neoliberalismo económico nos da como resultado la sociedad en la cual vivimos.
El gaucho de ayer es el cabeza de hoy. Vale más tener un pasaporte comunitario gracias a un bisabuelo calabrés que vivió hacinado en un conventillo de la Boca, que tener aires latinoamericanos. Un turista con euros en busca de reviente fácil es un ser amigable, mientras que el boliviano explotado en un telar clandestino fabricando jeans para chicos fashion, merece la vida miserable que tiene. En fin, con mucho escozor comprobé como a gran parte de la pacata sociedad porteña, el rey (con minúsculas) de España es un caballero que le cantó las 40 al cabeza de Chávez, y podemos seguir con los ejemplos…
¿Y esto que tiene que ver con el fóbal? Me grita uno desde el fondo.
Fácil. El último sábado asistimos a una de las demostraciones más cabales del racismo imperante. En el partido Gimnasia de Jujuy-Argentinos Juniors, supuestamente el árbitro Saúl Laverni tildó de “Bolivianos” a los jugadores jujeños.
Repudiable desde todo punto de vista. ¿Qué tiene de terrible ser boliviano? ¿Son menos que nosotros? O el pueblo boliviano no está dando una muestra de madurez al salir a las calles y dar la cara ante los levantamientos oligárquicos, de las poderosas oligarquías departamentales, cosa que nosotros deberíamos aprender
Seguramente, si Laverni estuviera dirigiendo a Atlanta, y ante cualquier cántico antisemita, a la brevedad pararía el partido. Sabe que hay una normativa AFA que dispone que ante cualquier muestra de xenofobia en las tribunas, se debe suspender el partido.
Esta normativa tiene vigencia desde el año 1999. Una consulta: ¿Ud conoce el árbitro que suspendió un encuentro ante el grito de “son todos bolivianos y paraguayos…” o ante el “a esos putos les tenemos que ganar”. No, para nada. La xenofobia no sólo es judía…
Pero nos encontramos ante un personaje que echó más leña al fuego. Raúl Ulloa, ingeniero (uff), preside el club Gimnasia de Jujuy desde hace 20 años. Finalizado el partido, entró al campo de juego y enfrentó a Laverni. Cuando todos esperamos declaraciones sensatas, se descerrajó con un llamativo:
"Estoy poniendo en juego mis veinte años al servicio de esta institución con tal que este señor no dirija más en el fútbol argentino. Estoy en contra de la división y la discriminación entre los argentinos y de ninguna manera voy a aceptar que este señor trate a los jujeños de bolivianos. Y la mala predisposición de Laverni para con los jujeños queda demostrado que él, teniendo todas las comodidades para alojarse en esta provincia, se instala en Salta para después viajar hacia este estadio".
Silencio. Creo que está todo dicho.
Ulloa no puede hacerse el pelotudo, disculpe el término. En 1994, cuando Gimnasia de Jujuy ascendió por primera vez a la Primera División. Definió su suerte enfrentando a Quilmes, en su viejo estadio. El clima era de mucha tensión. Cuando el plantel norteño iba llegando al estadio se encontró con una ciudad en pie de guerra. Las paredes escritas con graffitis del tipo “Bienvenidos a Argentina, bolivianos hijos de puta”.
Ulloa denunció el hecho en AFA. Ahora, si las paredes decían: “Bienvenidos a Argentina, suecos”, ¿Ulloa se hubiera sentido dolido?
Y la prensa cómplice, se hace la distraída. Ningún medio atacó con dureza los dichos del presidente del club jujeño. ¿tienen miedo de que los tilden de bolivianos?
Argentina…crisol de racismos.
En los sarmientistas textos de la escuela primaria, hay una frase que fue leída por generaciones de argentinos y repetida como un leiv motiv: “esta tierra es un crisol de razas”. Para nuestros libros, en la amplia patria convivimos y nos mezclamos hijos de todas partes de la tierra.
Pero ésta Argentina no es un libro sarmientista. O peor, es el fiel reflejo del peor Sarmiento. Tenemos como prócer nacional a quién recomendaba “no tratar de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes".
Civilización o Barbarie.
140 años de civilización sarmientista, conservadurismo social y una buena dosis de neoliberalismo económico nos da como resultado la sociedad en la cual vivimos.
El gaucho de ayer es el cabeza de hoy. Vale más tener un pasaporte comunitario gracias a un bisabuelo calabrés que vivió hacinado en un conventillo de la Boca, que tener aires latinoamericanos. Un turista con euros en busca de reviente fácil es un ser amigable, mientras que el boliviano explotado en un telar clandestino fabricando jeans para chicos fashion, merece la vida miserable que tiene. En fin, con mucho escozor comprobé como a gran parte de la pacata sociedad porteña, el rey (con minúsculas) de España es un caballero que le cantó las 40 al cabeza de Chávez, y podemos seguir con los ejemplos…
¿Y esto que tiene que ver con el fóbal? Me grita uno desde el fondo.
Fácil. El último sábado asistimos a una de las demostraciones más cabales del racismo imperante. En el partido Gimnasia de Jujuy-Argentinos Juniors, supuestamente el árbitro Saúl Laverni tildó de “Bolivianos” a los jugadores jujeños.
Repudiable desde todo punto de vista. ¿Qué tiene de terrible ser boliviano? ¿Son menos que nosotros? O el pueblo boliviano no está dando una muestra de madurez al salir a las calles y dar la cara ante los levantamientos oligárquicos, de las poderosas oligarquías departamentales, cosa que nosotros deberíamos aprender
Seguramente, si Laverni estuviera dirigiendo a Atlanta, y ante cualquier cántico antisemita, a la brevedad pararía el partido. Sabe que hay una normativa AFA que dispone que ante cualquier muestra de xenofobia en las tribunas, se debe suspender el partido.
Esta normativa tiene vigencia desde el año 1999. Una consulta: ¿Ud conoce el árbitro que suspendió un encuentro ante el grito de “son todos bolivianos y paraguayos…” o ante el “a esos putos les tenemos que ganar”. No, para nada. La xenofobia no sólo es judía…
Pero nos encontramos ante un personaje que echó más leña al fuego. Raúl Ulloa, ingeniero (uff), preside el club Gimnasia de Jujuy desde hace 20 años. Finalizado el partido, entró al campo de juego y enfrentó a Laverni. Cuando todos esperamos declaraciones sensatas, se descerrajó con un llamativo:
"Estoy poniendo en juego mis veinte años al servicio de esta institución con tal que este señor no dirija más en el fútbol argentino. Estoy en contra de la división y la discriminación entre los argentinos y de ninguna manera voy a aceptar que este señor trate a los jujeños de bolivianos. Y la mala predisposición de Laverni para con los jujeños queda demostrado que él, teniendo todas las comodidades para alojarse en esta provincia, se instala en Salta para después viajar hacia este estadio".
Silencio. Creo que está todo dicho.
Ulloa no puede hacerse el pelotudo, disculpe el término. En 1994, cuando Gimnasia de Jujuy ascendió por primera vez a la Primera División. Definió su suerte enfrentando a Quilmes, en su viejo estadio. El clima era de mucha tensión. Cuando el plantel norteño iba llegando al estadio se encontró con una ciudad en pie de guerra. Las paredes escritas con graffitis del tipo “Bienvenidos a Argentina, bolivianos hijos de puta”.
Ulloa denunció el hecho en AFA. Ahora, si las paredes decían: “Bienvenidos a Argentina, suecos”, ¿Ulloa se hubiera sentido dolido?
Y la prensa cómplice, se hace la distraída. Ningún medio atacó con dureza los dichos del presidente del club jujeño. ¿tienen miedo de que los tilden de bolivianos?
Argentina…crisol de racismos.
Si querés informarte más, entrá la web: www.xenen.com.ar
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1 comentario:
me pongo en pie y te aplaudo...
Peligrosamente la ignorancia gambetea mejor en la vida que cualquier 10 que nunca hayamos visto. Sin embargo la dignidad, desde hace unos tiempos, pelotea con colores indígenas, que son los más propios del continente, y tiene acento boliviano.
PD: y pensar la de hijoputadas que hemos hecho, y hacemos, los europeos por aquellas latitudes... y que no nos reciban a pedradas (menos mal, lo digo por cuando yo vaya)
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