viernes, 23 de mayo de 2008

CRONICA DE UN VACIAMIENTO 1





Asi Saquearon a Racing



CRONICA RACINGUISTA DE UNA CAIDA RACINGUISTA 1

El país ardía. Sábado 29 de Diciembre de 2001. Hacía sólo dos días, y en medio del caos generalizado, el corralito y el estado de sitio, la AFA había decidido que el Racing Club jugara el partido que restaba del Apertura. No era un partido más. Con sólo empatar, la vieja Academia rompía una racha de 35 años sin títulos locales.
El hombre rubio de ojos claros mediterráneos, moderado, exitoso en su faz privada, por primera vez sintió el mareo que da el aplauso popular. En el estrado montado para la entrega de medallas (que le descontó de sus haberes a sus mismos “héroes” ya que eran “socios” en las ganancias como en las pérdidas) Fernando Marín alzó los brazos y dejó su frase para el recuerdo: VAMOS POR MÁS.
Nadie creyó que podía ser literal.

Exactos 365 habían transcurrido aquel 29/12/2000. Aquel jueves el juez Enrique Gorostegui le concedió el gerenciamiento del club a Blanquiceleste S.A.

Con un aval de escasos 10.000 dolares, Gorostegui y el interventor Héctor García Cuerva firmaron el traspaso del Racing a manos de Marín, quién se hacía cargo por diez años, con opción por otros diez más. El empresario se comprometió a pagar el pasivo del club en ocho años a cambio de quedarse con todos los ingresos económicos que genere el fútbol. Blanquiceleste afirmó que hará una inversión anual de 18 millones para el plantel profesional y las inferiores.El dinero de la televisación, las recaudaciones, los derechos de imagen, el merchandising, el manejo de las divisiones inferiores y del 20 al 50 por ciento de la venta de los jugadores, entre otros recursos, serán íntegramente para Blanquiceleste. Según Marín, "nuestro contrato incluye la administración del equipo profesional, las inferiores, el estadio y la marca Racing".El presidente de Blanquiceleste agregó que "ya adquirimos los créditos de Torneos y Competencia, Daniel Lalín y la AFA —los grandes acreedores de Racing—, por lo que desaparecen 17 millones de dólares del pasivo.

De ésta forma, Racing, La vieja Academia, era el primer club de Primera División administrado por un ente privado.

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Extraño personaje el Dr.Gorostegui. A cargo de la causa de Racing desde 1985. Durante su gestión, el club pidió dos convocatorias de acreedores (sin haber pagado completamente la primera), e ingresó en un proceso de quiebra y vaciamiento, llegando el club a una deuda verificada de aproximadamente 60.000.000 de dólares en 1999.

Durante la gestión de Gorostegui, el club fue gobernado por presidentes de diferentes características. Juan D´Stéfano, hombre de la UOM de Avellaneda, culata del Gral. Perón en Puerta de Hierro, dirigió a Racing entre 1987 y 1995 con mano idem. Son infinitas las leyendas a su alrededor. Sus modales barriales y sus tics de gremialista peronista fueron la comidilla de los siempre atildados periodistas deportivos. En Diciembre de 1991 hubo elecciones en el club, con victoria del oficialismo. Las mismas fueron impugnadas por la justicia ordinaria debido a las probadas muestras de irregularidades. A pesar de ello, la justicia fue quién le dio el visto bueno a Juan (como se lo llamaba familiarmente) para continuar con la presidencia del club. D´Stéfano gobernó hasta Junio de 1995, cuando en las urnas cayó ante el radical Osvaldo Otero.
Entre 1987 y 1995, la deuda del club trepó de los 3 millones de dolares a los 15. Siempre ante la atenta mirada de Gorostegui.
Otero fue el único funcionario de la UCR que acompañó a Raúl Alfonsín en todos los días de su gestión. Fue secretario de Deportes entre el 10/12/1983 y el 8/6/1989. Abogado de profesión, su carta de presentación ante el pueblo racinguista era la transparencia. Lo acompañaba un personaje extraño, calvo, carismático y verborrágico, que pronto se compró a una hinchada que iba para 30 años de frustraciones futboleras. Era Daniel Lalín. Fue él quién prometió la revolución. El pelado fue la cabeza visible de aquellos extraños momentos del club. En Agosto de aquel 95, Racing rompió el mercado y contrató figuras de la talla de Capria, Pompei, Chelo Delgado, Carrario, Ubeda o Sergio Zanetti por la suma total aproximada de su deuda. Con los fracasos futbolísticos a cuestas, Otero renunció a la presidencia a mediados de 1997. Lalín le había soltado la mano el año anterior.
El 29/12/1998, en elecciones, Daniel Lalín se convirtió en presidente de Racing. Pocos meses después fue él quién, en una jugada arriesgada, pidió la quiebra de la institución. Su plan consistió en comprar las deudas, las corroboradas valuadas en 30.000.000, con una cifra similar sin corroborar por las auditorías. Gorostegui nombró como síndico a una señora que la bajaron de un avión donde iba a tomarse unas vacaciones a Ibiza. Era Liliana Ripoll. Finalmente, las cosas se le fueron de la mano al pelado de los habanos, hasta que la crisis eclosionó el 4 de Marzo de 1999, cuando la Síndico declaró su frase para la historia: Racing Club Asociación Civil, ha dejado de existir.
Pero Racing siguió. Herido. Malherido. Pero siguió. Los hinchas se movilizaron. Tomaron las sedes y el estadio. El poder político escudó a la Academia en año electoral.
Pero se estaba tejiendo la entrega del club al capital privado. Era la experiencia que el poder necesitaba: Un grande gerenciado.
Las experiencias de privatización en el fútbol argentino habían sido nefastas. Salvo Loma Negra de Olavaria, un equipo hecho a base de la chequera de Amalita, y que murió cuando a la Sra Cemento se le ocurrió, todas las experiencias terminaron mal, o muy mal, como en el caso de Mandiyú de Corrientes.
En el año 2000, el delarruísmo estaba decidido al fútbol privatizado como salida viable de la crisis. El Excel Group, estrella de aquellos años en los holding, había adquirido el fútbol de Quilmes, pero se necesitaba un pescado más grande. Y Racing tenía todos los números…

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El 22 de junio de 2000, sucedió un hecho que no puede dejarse pasar. En una oficina ubicada en Libertador al 600, el ex presidente de Racing, Osvaldo Amadeo Otero, firmó un contrato con Fernando Marín, Fernando De Tomaso y Carlos Mocorrea, plana mayor de una empresa en constitución, como lo era Blanquiceleste, quién contrataba al “abogado Otero” para su asesoramiento y preparación de la documentación pertinente del futuro proyecto de gerenciamiento. Recordemos que durante la gestión Otero fue cuando el club pegó el saldo en rojo de 15 a 60 palos…

CONTINUARÁ


CARLOS AIRA
PARA XENEN.COM.AR