EL PEOR RIVER DE LOS ULTIMOS AÑOS

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Si existe el cielo, el paraíso, la vida extraterrenal, y si en ellase encuentra parte del firmamento histórico riverplantense,me imagino que deben estár puteando hasta hacer sonrrojara San Pedro.

Aunque parezca mentira, River es el último campeón del fútbolargentino. Y lo que no es mentira, sinó una realidad palpablees su ubicación en la tabla jugadas 10 jornadas: últimos.
Circunscribir la campaña de River a la derrota en el clásico anteBoca, creo que es un error. El equipo de Simeone hace tiempoque carece de alma y reacción futbolísitica.

¿O éste no es el mismo equipo que sufrió el papelón del añoal remontarle un 0-2, con dos jugadores menos, y dejarlo fuerade la Copa en el mismísimo Monumental?

¿No son los mismos jugadores que obtuvieron el mediocre Apertura, sólo que falta el único jugador capaz de resolversituaciones imprevisibles, como Ariel Ortega?

¿No és este el mismo equipo que no despertó más que untibio festejo de campeón, a pesar que el club hacía cuatroaños que no se consagraba?

Diego Simeone, en su carrera de entrenador, cosechó éxitosincuestionables, como dudas escalofriantes: salvó pasajes del Estudiantes campeón, ningún equipo suyo sabía claramentea que quería jugar. Los jugadores deambulan confundidos,y con las alas cortadas, en un claro tic "passareliano" delhombre que tenía el cuchillo entre los dientes, y ahora unapapa que arde entre las manos.

Porque éste River de su total autoría, una vez que limpió aOrteguita, no puede decir que no está moldeado a su gustoy semejanza.

¿Pero a que juega River?

La verdad. Es dificil saberlo. Tiene dos centrales que no estána la altura de River Plate (Cabral y Tuzzio), quiere imprimirdinámica europea con posiciones extrañas para Ahumada,Abelairas, Augusto o Ferrari, y lo que logra es que esos mismosjugadores entren en un caos total, donde se plasma que noqueda claro que ni ellos mismos saben que rol jugar dentrodel partido
Pero lo peor...River es un equipo sin sangre. Sin reacción.Sin alma. Sin coraje. Como se dice en la tribuna: amargo.y no quiero ser cruel con los dolidos hinchas de River,que sin dudas se merecen algo mejor: pero el mote que ellos mismos toman ahora orgullosamente, parece que les está viniendo al pelo.

River se merece mucho más por su historia. Va a pasar el Cholo, Buonanotte (proyecto de crack, pero juega en unasoledad pavorosa), Cabral y demás fauna. Pero la dirigenciatiene que estar a la altura del club que mayor gloria futbolísticadesplegó en las canchas argentinas, y poner jugadores,y cuerpos técnicos, acordes al manto sagrado que tan biensupo vestir, un me imagino muy triste, Angelito Labruna.