Que me disculpe el Grupo Clarín, fuente de toda razón y justicia en éste país. Que me disculpen las lágrimas de Sú Giménez, que creyó ser testigo de una gesta de la democracia. Que me disculpen todos. Pero en épocas donde se discute si es necesaria la intervención del estado en el mercado, pensar que el voto del vicepresidente Julio Cobos es tener huevos, es como para preguntarnos si decirle SI a los grupos concentrados de poder es tener cojones. En fin…
Y ya que estamos hablando de soberanía. Reflexionemos un poco sobre la soberanía futbolística.
Dante Panzeri, en su libro “Fútbol, dinámica de lo impensado”, fue terminante en una reflexión: “los buenos jugadores surgen de la pobreza”. Es una realidad. Argentina, como tantos otros países de ésta sufriente sudamerica (que quiere sacar cabeza a pesar de cuñas, conflictos y referéndum de autonomía de dudosa laya) tiene su lugar en el orden mundial: Proveedor de materias primas o gris.
Soja o futbolistas. Da igual.
Con un pasaporte europeo, conseguido de las formas mas ilegales que uno se pueda imaginar, un muchacho entre 15 y 30 años, se puede ganar la vida pateando una pelota en cualquier lugar del mundo que pague lo que pide su representante. Da igual que el chico, criado en una barriada del Gran Buenos Aires, Rosario o Santiago del Estero no sepa nada de naciones tan lejanas como Kazajstán, Albania o Ucrania. Mientras se pague en Euros lo que pide el representante (Que se queda con gran parte de la torta), la resultante de una tradición, de una escuela, de dos campeonatos mundiales, se va a ganar la vida a esas republicas.
Podemos hacer dos reflexiones rápidas contrapuestas:
Por un lado, pensamos en los clubes nacionales, que se ven vaciados de la materia prima que tanto les costó formar. En nuestra nación, a diferencia de casi todos los países del mundo, existen las divisiones inferiores que deben hacerse cargo de cuestiones que exceden el juego: Formación educativa, alimentaria, alojamiento.
Por otro lado, es lógico que éstos muchachos huyan despavoridos. Nos rasgamos las vestiduras cuando un crío de 15 años se va a jugar a España. ¿Pero que hace la AFA, la dirigencia de los clubes para formar bases sólidas en los clubes? No existen políticas reales. Ni de formación de jugadores (materia prima del negocio, según la mirada de los más fríos empresarios), ni de sostenimiento del mismo.
En la última semana, hubo reuniones en AFA en torno a cambiar algunas reglamentaciones. La idea es preservar el capital de los clubes. Loable medida. Plausible a todas luces. Pero me parece que seguimos sin pegar en la tecla.
En un país donde la actividad sindical está pésimamente vista, gracias a la mirada impuesta por el empresariado, Sergio Marchi, Secretario General de Futbolistas Argentinos Agremiados, dijo las palabras más sensatas. Aquellas que el empresariado no pudo dar.
http://www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-108011-2008-07-18.html
El empresariado es el que exporta…
Soja o futbolistas, da igual.
El empresariado, si fuera nacional, como dicen ser, fortificaría el mercado interno. Pero siempre le importó poco lo que suceda en la Patria Chica.
Su patria está allende los mares.
Y ya que estamos hablando de soberanía. Reflexionemos un poco sobre la soberanía futbolística.
Dante Panzeri, en su libro “Fútbol, dinámica de lo impensado”, fue terminante en una reflexión: “los buenos jugadores surgen de la pobreza”. Es una realidad. Argentina, como tantos otros países de ésta sufriente sudamerica (que quiere sacar cabeza a pesar de cuñas, conflictos y referéndum de autonomía de dudosa laya) tiene su lugar en el orden mundial: Proveedor de materias primas o gris.
Soja o futbolistas. Da igual.
Con un pasaporte europeo, conseguido de las formas mas ilegales que uno se pueda imaginar, un muchacho entre 15 y 30 años, se puede ganar la vida pateando una pelota en cualquier lugar del mundo que pague lo que pide su representante. Da igual que el chico, criado en una barriada del Gran Buenos Aires, Rosario o Santiago del Estero no sepa nada de naciones tan lejanas como Kazajstán, Albania o Ucrania. Mientras se pague en Euros lo que pide el representante (Que se queda con gran parte de la torta), la resultante de una tradición, de una escuela, de dos campeonatos mundiales, se va a ganar la vida a esas republicas.
Podemos hacer dos reflexiones rápidas contrapuestas:
Por un lado, pensamos en los clubes nacionales, que se ven vaciados de la materia prima que tanto les costó formar. En nuestra nación, a diferencia de casi todos los países del mundo, existen las divisiones inferiores que deben hacerse cargo de cuestiones que exceden el juego: Formación educativa, alimentaria, alojamiento.
Por otro lado, es lógico que éstos muchachos huyan despavoridos. Nos rasgamos las vestiduras cuando un crío de 15 años se va a jugar a España. ¿Pero que hace la AFA, la dirigencia de los clubes para formar bases sólidas en los clubes? No existen políticas reales. Ni de formación de jugadores (materia prima del negocio, según la mirada de los más fríos empresarios), ni de sostenimiento del mismo.
En la última semana, hubo reuniones en AFA en torno a cambiar algunas reglamentaciones. La idea es preservar el capital de los clubes. Loable medida. Plausible a todas luces. Pero me parece que seguimos sin pegar en la tecla.
En un país donde la actividad sindical está pésimamente vista, gracias a la mirada impuesta por el empresariado, Sergio Marchi, Secretario General de Futbolistas Argentinos Agremiados, dijo las palabras más sensatas. Aquellas que el empresariado no pudo dar.
http://www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-108011-2008-07-18.html
El empresariado es el que exporta…
Soja o futbolistas, da igual.
El empresariado, si fuera nacional, como dicen ser, fortificaría el mercado interno. Pero siempre le importó poco lo que suceda en la Patria Chica.
Su patria está allende los mares.
Son oligarcas, cipayos y vendepatrias. Como decía Don Arturo Jauretche
Los boludos nos quedamos acá. Soñamos y morimos acá.
Sin soja y sin futbolistas.
Sin soja y sin futbolistas.
PD: UN SERVICIO DEL BLOG. MIRE LOS TRES VIDEOS PARA ENTENDER DONDE SE PARA EL QUE ESCRIBE
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1 comentario:
grande su columna amigo carlos, una vez más clavas en tus comentarios, como hay que clavarse y ponerse en frente de esos oligarcas, cipayos y vendepatrias
ZIPAIOEN MATXINADA
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