miércoles, 2 de julio de 2008

EL QUE A HIERRO MATA, A HIERRO MUERE


La novela de ésta semana tiene nombre y apellido: Sebastián Nayar. Sólo 45 minutos en la primera de Boca, sin mostrar nada remarcable, le bastaron para ser parte del culebrón lacrimógeno que se avecina.

¿A ver, porque tanto lloriqueo en éste barrio?

El pibe, de 20 años, aduce que su contrato con Boca finalizó, y tal como lo manda el mundo capitalista de oferta y demanda, el contrato ofrecido por el Recreativo de Huelva le satisface sus pretensiones. A todo esto, por la Ribera aducen que el pibe tenía 2 años más de contrato por la Cláusula del 20%.

Para quienes no recuerdan, la bendita cláusula del 20% fue firmada en Convenio Colectivo de Trabajo en 1985 luego del famoso pase de Gareca y Ruggeri de River a Boca. La cláusula señala que finalizado el vínculo, y luego de no arreglar las partes, los contratos automáticamente se prorrogan por 2 años con un aumento del 20% de la nómina del jugador. Por eso habrán escuchado a infinidad de jugadores decir: “estoy jugando por el 20%”.

Sinceramente, a quién esto escribe poco le importa la cuestión legal. Los clubes borran con el codo lo que firman bajo los lujosos spots. O peor, en sombríos doble-contratos que nadie se anima a denunciar. Que no les sorprenda ahora, que Boca tenga un contrato y Nayar otro.

El inconveniente para Boca es el siguiente. El convenio colectivo es válido solamente en Argentina, no así en cualquier otro lugar del globo. Por lo tanto, si los abogados de Nayar presentan el caso en la FIFA, y como ya sucedió, todo tenga que resolverse con una compensación a Boca Juniors por derechos de formación.

No hay Lola. Te guste o no. Así es el mundo capitalista, kolega.

Ahora. Boca, encabezado por el presidente Pompillo ¿tiene derecho al pataleo?

Me lo pregunto por lo siguiente. Desde que asumió la actual dirigencia xeneize en 1995, el club tuvo una agresiva campaña de captación de juveniles de otras instituciones. Algo poco ético, pero que siempre existió. Claro, que el club tuvo una campaña tan agresiva con los otros clubes del fútbol nacional, con casos paradigmáticos, que nos llevan a pensar que en el fútbol capitalista, como en la cadena alimenticia, el club grande no se morfa al chico.

Algunos casos:

* Carlos Martínez era un nene que pintaba bárbaro en All Boys. Los dirigentes de Boca apalabraron a su padrastro para que pase a Boca. Luego del Ok, el pibe dejó de frecuentar Floresta. Apareció meses después por la Ribera con el apellido de su tutor: Tévez.

* Fernándo Navas era una promesa de Quilmes. Una vez transferido a Boca, el cervecero lo pidió a préstamo por seis meses. En una de las cláusulas menos importantes del contrato, Quilmes debía hacerse cargo del seguro del jugador. La cuestión es que Boca coaccionó al cervecero por no hacerse cargo de un punto que, habitualmente, no es conflictivo: 200.000 pesos convertibles o dos jugadores de inferiores a cambio de la deuda. Obviamente Quilmes entregó en bandeja dos juveniles. Uno de ellos era Marcelo “Pili” Alvarez, considerado la joya de las inferiores cerveceras. Esto sucedió en 1999.

* Sería incansable señalar la cantidad de jugadores de inferiores que pasaron a Boca en el marco de deudas contractuales. Boca Juniors hizo del prestamo de Jugadores profesionales un mercado propicio para el trapicheo de juveniles. El ejemplo más zonzo es el siguiente: El profesional pasa de Boca a otro club por seis meses en una suma altísima. El club receptor, al no poder responder económicamente la deuda contraída, se encontraba con la cláusula gatillo xeneize: Cash o las alhajas de las inferiores.

Evidentemente, en el boom de las “inferiores” xeneizes existe mucho cómplice con otros colores.

Conociendo, medianamente, como se maneja Boca. ¿No les parece que tiene poco derecho al pataleo?

También nos muestra donde estamos parados y lo insultado que es el fútbol argentino desde Europa. El club que adquiere a Nayar es el Recreativo de Huelva. En épocas donde el Atlético Madrid, Real Madrid, Sevilla y otros vienen a hacer beneficiencia a la pobre Argentina. Por izquierda se afanan a los jugadores.
Cualquier similtud con otras áreas de la vida nacional, es pura coincidencia...

Si Boca fuera solidario, quién ésto escribe seguramente levantaría la bandera del reclamo. ¿Pero que querés que te diga? Al que hierro mata, a hierro muere…

No, no voy a decir lo del ladrón que le roba a ladrón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mirá vos, no sabía que Tevez (o Martinez si prefieren decirle) era de las inferiores de All Boys. Y tampoco sabía este negocio que tiene Boca. Terrible, la verdad, pero bue, mejor me hago anarquista para escaparle al mundo del K jajaja. Pero bueno chau Don Carlos, nos vemos algún día. AGUANTE FERROO!!! Y FIRMO GROSSOO!!